La Maga nació en 1982, en el Distrito Federal. Abogada, monógama rehabilitada, fanática de los cuentos y personaje principal en muchos de ellos. Adicta al theraflú, a lo absolutamente inconveniente, y obsesionada con los cuadros de Egon Schiele.
En su relato, La Amante, refleja su simpatía por los antihéroes (le encanta cuando los villanos se salen con la suya), además de su fascinación por la ironía y las mujeres protagonistas.
Esto último lo pueden constatar en su blog personal: Para las brujas, el infierno, con el cual lleva casi cinco años, y que, como cualquier mala relación que haya tenido, le cuesta tanto trabajo dejar.