En su texto, Joven que va por leche, relata a un hombre que debe ir por un cartón de leche para su madre y extraña todo. A continuación, un extracto.
En la siguiente esquina, un perro callejero se comía un pedazo de carne que estaba tirado en el piso. Moscas sobrevolaban alrededor del perro, creando una nube oscura sobre su cabeza. El perro me miró brevemente para enseñarme los dientes. Le gruñí de regreso, mientras me alejaba en la bicicleta y suspiré aliviado cuando regresó a su pedazo de carne.
-No vale la pena abandonar una comida segura... -murmuré.